¿Cuáles son las diferencias entre reforma y rehabilitación?

Al hablar de restaurar una vivienda, muchas veces se utilizan las palabras equivocadas. Reformar y rehabilitar no tienen el mismo significado y, de hecho, muchas personas confunden ambos servicios. Es importante tener claro que se utilizará un concepto u otra en función de la obra en cuestión y de todo lo que está relacionado con ella, como las necesidades o características de la misma. Por ello y para salir de dudas, en este artículo explicaremos cuáles son las diferencias entre reforma y rehabilitación más destacadas.
Tipos de obra
Antes de pasar a detallar la diferencia entre reformas y rehabilitaciones, es imprescindible tener presente los diferentes tipos de obra que existen:
- Una obra de nueva planta es aquella que da lugar a un nuevo edificio, sin importar si anteriormente hubo una demolición o no.
- Una obra de rehabilitación se caracteriza por ser una obra mayor, pero que no supone la construcción de un nuevo edificio y tampoco tiene en cuenta si hay demoliciones parciales. En este tipo de obra se utilizan elementos que ya están construidos y pueden desglosarse en diferentes tipos. Por un lado, se encuentran las obras por ampliación, en las que se incorporan elementos estructurales para aumentar la superficie construida. Por el otro, están las obras de reforma o restauración, en las que la superficie construida no hay variaciones, pero sí en algún elemento estructural del edificio.
Estas definiciones del concepto de obra, recogidas en las licencias, dejan entrever que todas las obras de reformas están incluidas dentro de las de rehabilitación; sin embargo, ambos términos tienen diferencias claras que se desentrañan a continuación.
¿Son el mismo concepto, reforma y rehabilitación?
A la pregunta de si tienen el mismo significado reforma y rehabilitación, la respuesta es no y se verá por qué. Una propiedad puede necesitar una reforma, pero no obligatoriamente una rehabilitación. Para saber qué tipo de obra es conveniente, es aconsejable ponerse en manos de una empresa especializada en el sector. Así, una vez que un experto haya revisado toda la vivienda, podrá hacer una estimación sobre cuál es el tipo de obra que se requiere efectuar y los mejores procedimientos para contar con un inmueble mejorado o, incluso, nuevo, si así se desea.
¿Qué características tiene una reforma?
De forma resumida se dirá que en una reforma se efectúan modificaciones o sustituciones de elementos, como tabiques, materiales o, incluso, instalaciones, pero que tienen un estado de conservación bueno y simplemente se quieren cambiar para mejorar la propiedad por razones estéticas y no funcionales.
Por ejemplo, es muy común encontrar inmuebles que han cambiado de propietario y el nuevo quiere cambiar la distribución o los acabados con base en sus gustos personales. Así, se entiende que las reformas son obras de pequeña envergadura, como puede ser, por ejemplo, la de una cocina o un baño.
¿Qué características tiene una rehabilitación?
En una rehabilitación, se modifican, al igual que en una reforma, elementos de las mismas características e instalaciones, pero con la diferencia de que en este caso el estado de conservación sí es deficiente e, incluso, puede suponer un peligro para la estabilidad de la construcción.
Es necesario tener claro que una rehabilitación no está sujeta a razones estéticas, sino que está relacionada con todas las adecuaciones funcionales o estructurales del edificio o vivienda. En otras palabras, se lleva a cabo una rehabilitación cuando la vivienda o el edificio está en mal estado.
El concepto de rehabilitación engloba también a tejados y fachadas, aunque haya partes de la estructura original que no se modifiquen, a zonas comunes del edificio, como las escaleras, y a instalaciones comunes comunitarias, como contadores del agua, circuitos eléctricos o desagües.
¿Qué tipo de permisos se tienen que solicitar para realizar una reforma y una rehabilitación?
Los permisos y licencias de obras a tramitar no son las mismas para las reformas que para las rehabilitaciones. De forma general, a la hora de hacer una reforma en una propiedad, no es necesario solicitar una licencia de obra; sin embargo, cada ayuntamiento tiene sus propias normas y es necesario informarse bien antes de comenzar las obras. Lo que sí se suele requerir para las reformas es la entrega de los planos y el presupuesto de ejecución, incluido el material a utilizar.
En el caso de las rehabilitaciones, el proceso será prácticamente igual, siempre que no se modifique ni la estructura ni la fachada del edificio. En cambio, cuando lo que se quiere es hacer modificaciones en el tejado, sí será necesario solicitar una licencia de obra mayor.
En conclusión, existen claras diferencias entre reforma y rehabilitación, pero todas giran basándose en el estado de conservación y la seguridad que presente la vivienda o edificio. Para tener la máxima tranquilidad, siempre se debe depositar la confianza en una empresa constructora con experiencia, pues será capaz de resolver proyectos de todo tipo de envergadura.